Lupita:
Estoy confundida. Me junté con el hombre que quiero vivir para siempre,
pero él me pidió que nos mudáramos sin casarnos primero. Y, aunque supuse que
me cuidé, ahora estoy embarazada. Yo quiero formalizar, sólo que me dice que
éste no es el momento para tener un hijo y prefiere que yo interrumpa el
embarazo. No sé qué hacer porque no quiero perderlo a él, pero nunca pensé que
reaccionaría así. Si interrumpo el embarazo seguimos, pero si no, él se va. Yo
le pido a Dios que me ayude, y no sé qué debo hacer
Dulce
Querida Dulce:
Quiero que sepas que ese Dios al que le pides ayuda,
te ama con locura. Él es el dador de la vida y planea a cada alma desde la
eternidad… también la del bebé cuyo corazón ya late en tu vientre. Y ese mismo
Dios ha hablado claro para todos nosotros, diciéndonos cuál es el orden moral
que nos conviene vivir para ser felices en este mundo y encaminarnos a la
eternidad.
Me doy cuenta
de que desconoces a ese Dios. Te diriges a Él para que te conceda algo que
quieres, sin saber si te conviene. Estás relacionándote con el Rey del Universo
como si fuera un “genio de lámpara mágica”. No te diriges a Él como tu Señor,
ese Ser Superior al que quieres obedecer porque sabes que es omnisciente y
omnipotente, que todo lo sabe y todo lo puede.
Te has
obsesionado por un hombre que no te ama. No quiere ofrecerte matrimonio, no
quiere compromiso ni contigo ni con su hijo. Tampoco conoce a Dios, ni tiene
santo temor de ofenderlo. Quiere estar a gusto en la vida. Es curioso que,
precisamente quienes quieren esto, son los que más sufren a la postre, por sus
decisiones individualistas.
La interrupción
del embarazo no es otra cosa que el asesinato de un hijo. Esto tiene
consecuencias emocionales en la mujer, que están muy estudiadas y se denominan:
síndrome postaborto. El uso de anticonceptivos tiene también serias secuelas en
la salud femenina…
En fin, has ido tejiendo tu vida a tu modo, al modo moderno. Es un vivir para nosotros
mismos sin reflexionar. Te juntaste, olvidando que Dios elevó el Matrimonio
natural al nivel de un Sacramento; usaste anticonceptivos considerando que los
niños son un “peligro” del que hay que “cuidarse”, cuando son la máxima
bendición con la que Dios corona a las familias; quedaste embarazada porque,
además, todos esos métodos anticonceptivos tienen fallas, y entonces piensas
que el aborto es la única salida.
Dios te ama, te comprende y te invita a vivir bajo Su
mirada a partir de hoy. Defiende la vida de TU HIJO, pues él ya está en el
lugar donde debe sentirse más seguro: tu vientre. El aborto es un asesinato
cruel: pueden desbaratar a tu hijo por partes, mutilándolo en forma mecánica o
con aspiradora. No importa como, él se defenderá porque quiere vivir. ¿No vas a
conocerlo?, ¿no lo alimentarás, no lo protegerás, lo arroparás y lo llenarás de
besos entre lágrimas de felicidad?
Deja ya de
vivir ignorando tu Fe, que debe ser faro que ilumina tus decisiones. Salva a tu
pequeño, y déjame conocerlo cuando nazca. Será una bendición para ti y para el
mundo.
Lupita Venegas/Psicóloga
www.valoraradio.org
Twitter: @LupitaVenegasDC
Facebook: www.facebook.com/LupitaVenegasOFICIAL
Correo: desdeelcorazon@valoraradio.org
¿Dulce, no ves que el hombre del que estás enamorada no está seguro de estarlo de ti? Sé que suena cruel, pero Dulce, si tienes que elegir a uno de los dos, elige a tu hijo. Si tu novio no se queda contigo ahora, igualmente encontraría otra motivo más adelante para dejarte. Si te abandona porque te ha dejado embarazada y no quieres abortar, ¿cómo crees que no encontrará otros motivos en el camino más adelante para cortar la relación? Creo que ese hombre es de los que se mueven por pasiones. Tal vez ahora te demuestre amor, pero no sabe qué es el compromiso. Creo que es de los que piensan que cuando el amor se gasta de tanto usarlo (y el enamoramiento sentimental siempre se gasta), hay que cortar y empezar de nuevo. Así que, por mucho que tú quieras estar con él para siempre, déjame decirte que con gran probabilidad, eso no será así, tanto si abortas ahora como si no. Tú no quieres abortar, es evidente por tus palabras. Deja que tu novio se vaya si es lo que quiere, no le retengas con tus sacrificios, pues él no es ni capaz de verlos. ¡Elige al bebé, ése sí te querrá para siempre y tú tienes la oportunidad de hacer de él una gran personita feliz! El proyecto está en tu mano, no lo abandones, agárralo con valentía. Tienes en tus manos el poder de formar una persona desde el inicio, de dar toda la felicidad a un ser humano y de capacitarlo para hacer de este mundo un mundo mejor. ¿No es el proyecto más ambicioso que se puede tener? Un beso, un abrazo y mucho ánimo.
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