Licenciada Lupita:
Mi vida ha estado llena de olvido y soledad: me dicen Monalisa porque
en mis fotos nunca sonrío. Mis hijos han vivido con frustración, prohibiciones,
amenazas, regaños e incluso agresiones, según yo, porque los amo.
Tú mencionaste -en una Conferencia que vi en Youtube- que es necesario que observemos
al niño feliz que fuimos alguna vez, pero yo veo que mis hijos no han tenido
momentos de dicha. Ahora ellos tienen 22, 14 y 9 años, y me doy cuenta de que
no los he hecho felices.
¿Podrías enseñarme cómo puedo
sanar todas las heridas que les he causado, para que todos podamos ser felices?
Sonia
Hermana en Cristo, Sonia:
¡Felices quienes desean mejorar como personas!, pues
ya está trabajando en su corazón el Espíritu Santo, que es fuente de superación
y de verdadera alegría.
Son muchas las personas que escuchan alguna
conferencia o reflexión y aceptan en su interior una verdad que puede doler.
Mas, algunas, una vez que reconocen los errores cometidos, se preguntan porqué
no supieron esas cosas antes, y hasta pueden percibir, erróneamente, que ya es
tarde para hacer cambios. Pero la mejor actitud es la tuya, la que dice: “Me he
equivocado y quiero cambiar; quiero sanar las heridas que he causado”.
¡Nunca es tarde cuando se trata de reconstruir una
vida! Cuando tenemos esta intención, somos asistidos por el mismísimo Dios, que
no quiere la muerte del pecador, sino que se salve y viva.
¡Sí es posible sanar heridas y perseverar en un nuevo
camino! Lo primero que debemos hacer para conseguirlo es acercarnos a Dios de
una manera confiada. Él puede lo que el hombre no puede; Él triunfa donde todo
ha sido fracaso. Acércate a su Palabra y transforma tus pensamientos en los del
Señor. La Palabra de Dios solo se entiende hasta que empezamos a practicarla.
De acuerdo a la Psicóloga Silvia Russek, existen seis
elementos necesarios en la búsqueda de la felicidad:
1.
Aprender a
valorar el mundo que nos rodea, poniendo atención a los aspectos positivos.
2. Enfrentar los problemas y el
sufrimiento, sabiendo que son pasajeros y que podemos aprender de ellos.
3. Vivir en el momento presente.
4. Conocernos a nosotros mismos.
5. Fortalecer nuestra autoestima.
6.
Desarrollar
un optimismo realista, basado en la convicción de que las situaciones que
estamos viviendo siempre van a darnos un resultado positivo.
¡Manos a la obra! Realiza cambios en tus acciones para
modificar todo tu ambiente.
Empieza a vivir para amar. La verdadera caridad (amor
perfecto) se externa en pequeños actos que parecen no relevantes, como poner
buena cara, sonreír, mostrarnos amables, incluso a pesar del cansancio; callar,
si lo que vamos a decir puede lastimar u ofender a otros; evitar las quejas,
hacer favores con gusto.
Ponte en acción al iniciar un camino de sanación
espiritual y psicológica a través de los medios adecuados: retiro espiritual,
curso de sanación del niño interior, clases de Biblia, lecturas, conferencias y
cursos de superación personal integral (siempre tomada de la mano de Dios),
selección de música, DVDs y materiales que nutran tu mente con la luz de la
Verdad. Cambia malos hábitos por nuevas y sanas aficiones
Recuerda que somos como barro en manos del Alfarero.
Si nos mantenemos en movimiento, el Alfarero puede darnos la forma que Él
guste. Si nos quedamos quietos, el barro se endurece, y el artesano nada puede
hacer.
Lupita Venegas/Psicóloga
www.valoraradio.org
Twitter: @LupitaVenegasDC
Facebook: www.facebook.com/LupitaVenegasOFICIAL
Correo: desdeelcorazon@valoraradio.org
Gracias Lupita por están buenos consejos, hay que hacer uso de los instrumentos que Diis nos da para que podamos salir adelante, claro que hay que seguir con la oración, la eucaristía, la comunión, y tener mucha fe y confianza
ResponderEliminarLupita que el Espíritu Santo siga iluminándote para que seas un instrumento de nuestro señor y puedas ayudar a tanta gente