Dice la
Palabra de Dios: “Cuando un espíritu impuro sale de un hombre, anda por lugares
secos buscando descanso; pero, al no encontrarlo, piensa: volveré a mi casa de
donde salí. Cuando regresa, encuentra a ese hombre como una casa barrida y
arreglada. Entonces va y reúne a otros siete espíritus peores que él, y todos
juntos se meten a vivir en aquel hombre que, al final, queda peor que al
principio” (Lc. 11, 24-26).
El
propio Jesucristo nos advierte que si le hemos dejado nacer en nuestro corazón,
no podemos abandonarle nuevamente, sin riesgo grave para nosotros mismos.
Javier
Echevarría nos recuerda que el pecado nos degrada como personas por su
condición de acto contra nuestra verdad, contra lo que verdaderamente somos y
estamos llamados a ser. Todo pecado hiere al hombre, y vale la pena desandar
ese camino y enderezar lo que estaba torcido. Esta es la penitencia que debemos
hacer, y así purificarnos. ¡Hay tantos hombres arrepentidos de un pasado en el
que hicieron mucho daño por haber actuado sin Dios! Se han encontrado con Él, y
desean ardientemente empezar de nuevo, piden perdón sinceramente, pero sus
esposas, y algunas veces sus propios hijos, no quieren perdonar ya. “Demasiado
tarde”, les dicen.
Me
pregunto qué pasaría si estas mujeres aceptaran encontrarse con Cristo también
y escucharan, alto y claro, que Él se regocija en la reconciliación y la
unidad. Pero nuestros días son testigos de la agonía del amor. Ahí está, pero
no queremos amar. Amar es creer que podemos ser nuevos; amar es vencer los
miedos para sentirnos fuertes y luchar una y mil veces; amar es mirar a Cristo
y creer que todo es posible; amar es renunciar a los pensamientos catastróficos
y elegir libremente el optimismo realista de Dios. Los pronósticos humanos
denotan una especie de pesimismo que parece inspirado desde el infierno.
Este
optimismo realista se refiere a que en nuestro corazón se alberga vivamente la
esperanza de ser mejores -tanto nosotros como las
personas y circunstancias que nos rodean-, y en
nuestra mente está la convicción de trabajar por superar, no sin esfuerzo,
desde luego, nuestros lastres. Es cierto que no podemos cambiar como por arte
de magia, pero si en verdad Cristo nace en nuestro corazón, apreciaremos el
milagro de una nueva actitud. ¡Una nueva mirada para todo!
Lupita Venegas
He estado sufriendo de VIH y herpes genital durante los últimos 3 años y 8 meses, y desde entonces he estado tomando una serie de tratamientos, pero no he mejorado hasta que encontré testimonios del Dr. TAKUTA sobre cómo ha curado a diferentes personas. de diferentes enfermedades en todo el mundo, luego lo contacté también. Después de nuestra conversación, me envió la medicina que tomé de acuerdo con sus instrucciones. Cuando terminé de tomar la medicina herbaria, fui a un chequeo médico y para mi gran sorpresa, me curaron del herpes. Mi corazón está tan lleno de alegría. Si padece herpes o cualquier otra enfermedad, puede comunicarse con el Dr. TAKUTA hoy mismo en esta dirección de correo electrónico: takutaspellalter@gmail.com o WhatsApp en este número de teléfono. +27788634102 ...
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7 CASTING ENCANTADO
8.HECHOS DE PROMOCIÓN DE TRABAJO
9. PROBLEMA MARITAL
10.HECHO DE DINERO MÁGICO