jueves, 25 de febrero de 2016

5 FORMAS DE CONTROLAR LAS PREOCUPACIONES





1.- Si nuestra preocupación es por algo presente, es útil el analizar cuidadosamente el problema, luego buscar lo que se puede hacer para solucionarlo, y finalmente decidirse por alguno de los medios que aparecen.


2.- No hacer grande lo pequeño. 
No agitarse por naderías. Válgase de aquel dicho popular: “Más se perdió en el diluvio”


3.- Alegrarnos de lo que tenemos y no prestar atención fija en lo que no tenemos y que quizá ni falta nos hace. Muchas de nuestras exigencias no nos hacen felices, solo crean servidumbres y preocupaciones.


4.- No hagamos caso de críticas, calumnias o burlas. Hagamos el bien y dejemos que critiquen. Es frecuentemente que se critique a personas que valen y precisamente porque algo se están destacando. También a Cristo lo criticaron y aun lo traiciono un amigo. Que las críticas nos ayuden a perfeccionarnos.



5.- El encomendarse a Dios y confiar en su poder y en su amor a nosotros, disipa muchas preocupaciones. La oración confiada es de lo mejores medio para tranquilizar en los problemas y para resolverlos mejor. Cristo sufría en el huerto de los olivos y le dio fortaleza.

miércoles, 10 de febrero de 2016

40 DÍAS PARA AMAR




Hay una frase popular, que expresa una reveladora verdad: “No le digas a Dios cuán grande es tu problema; dile a tu problema cuán grande es Dios”.



Esta cuaresma tienes 40 días para ofrecer a Dios lo único que es realmente tuyo: tu dolor. En efecto, todo lo que tenemos es don. Todo nos ha sido regalado por el Creador a nosotros, y si Él lo toma, está bien. Es de Él. Agradece por el tiempo que te lo dio. Bienes materiales y espirituales. A Dios se le ama sin condiciones. No le amamos porque nos da todo, sino porque es Dios. ¡Es grande, bueno, omnipresente, omnisciente, omnipotente, perfecto, infinito, inmutable, soberano, justo, Santo!

Cristo nos enseñó a amar con fidelidad total, incluso en el momento en que se sintió abandonado por Él. Fue fiel en el amor… un amor incondicional a su Padre, un amor que no dependía de sentirse querido, acompañado, protegido. Esta Cuaresma nos da la oportunidad de hacer penitencia; de ofrecer nuestras dificultades, y hacerlo con la mejor cara, confiando en que Dios está ahí siempre y que sólo permite pruebas que podemos pasar con su ayuda.

A veces, las penas son el único medio a través del cual el Señor logra hacer que nuestros ojos le miren. Es hora de limpiar el alma. Te propongo un ayuno especial, publicado por las Siervas de los Corazones traspasados de Jesús y de María

Ayuna de juzgar a otros; descubre a Cristo que vive en ellos.Ayuna de palabras hirientes; llénate de frases sanadoras.Ayuna de descontento; llénate de gratitud.Ayuna de enojos; llénate de paciencia.Ayuna de pesimismo; llénate de esperanza cristiana.Ayuna de preocupaciones; llénate de confianza en Dios.Ayuna de quejarte; llénate de aprecio por la maravilla que es la vida.Ayuna de las presiones que no cesan; llénate de una oración que no cesa.Ayuna de amargura; llénate de perdón.Ayuna de darte importancia a ti mismo; llénate de compasión por los demás.Ayuna de ansiedad sobre tus cosas; comprométete en la propagación del Reino.Ayuna de desaliento; llénate del entusiasmo de la fe.Ayuna de pensamientos mundanos; llénate de las verdades que fundamentan la santidad.Ayuna de todo lo que te separe de Jesús; llénate de todo lo que a Él te acerque
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 Serénate y vive tu fe. Encárgate de estas cosas durante la Cuaresma, y Dios te promete en su Palabra encargarse de las tuyas (Mt.6,33).



Lupita Venegas/Psicóloga 
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miércoles, 3 de febrero de 2016

DERECHOS DE LA MUJER... Y DE TODO SER HUMANO

Querida Lupita:
 Me siento en medio de un problema sin salida. Mi novio es sumamente posesivo y celoso, y no encuentro la forma de terminar con él. Le he dicho de muchas maneras que esto no puede seguir, pero se pone peor. En la última fiesta a la que fuimos, se puso celoso por alguna tontería, como siempre, y me llevó con violencia hasta ponerme contra una pared, donde me dijo que va a robarme, aunque yo no quiera. Me asustó muchísimo, y me siento atrapada. Me hace mucha falta mi papá, quien se fue de la casa cuando yo tenía seis años, y no hemos vuelto a verlo. Odio a los hombres.
Ayúdame, por favor.
Ma. Teresa









Tere:

No estás sola. Hay un Dios que es Padre amoroso y se encuentra a tu lado, ahora mismo. Tu mamá y tú pueden platicarle, a personas de confianza, lo que les sucede, y verás que son más de los que imaginas quienes estarán dispuestos a cuidarte. Donde quiera que vivas, siempre podrás encontrar instancias de Gobierno, y también privadas, que protegen a la mujer en condiciones de riesgo. En este momento conviene que acudas a ellas.

Pero en este espacio quiero irme a las raíces profundas del maltrato que has permitido:

1.- Ausencia de padre. ¿En dónde están los padres de familia? Esta realidad individualista en la que nos encontramos sumergidos, ha provocado que los padres se vayan de casa sin medir consecuencias. Piensan solo en sus problemas personales y se olvidan de su familia. Si tú eres padre de familia, recuerda que tus hijos te necesitarán siempre, y esfuérzate por permanecer en tu hogar, no con amargura, sino con el entusiasmo necesario para fortalecer el amor a Dios, a tu cónyuge y a ti mismo.

2.-Baja autoestima. Uno de los factores de mayor peso para provocar baja autoestima en la mujer, es precisamente la ausencia de su padre. La jovencita va creciendo con la idea de que su padre no la amó lo suficiente como para permanecer a su lado. Ella no sabe lo que es ser amada, valorada, cuidada y protegida por un hombre.

3. Ignorancia de la propia dignidad. Tal vez no has conocido, a ciencia cierta, a un Dios Padre Bueno y Misericordioso. Un Dios que te hizo porque te ama y te quiere plena, realizándote en el verdadero amor que das y que recibes. Cuando conocemos nuestro valor, de cara a Él, no permitimos una falta de respeto y ponemos límites desde el primer momento. Si no se hace así, sobreviene una escalada de violencia, que cada vez se torna más peligrosa.

4. Falta de preparación para amar. Desafortunadamente, las telenovelas mexicanas y algunas producciones hollywoodenses nos han enseñado una clase de amor que es totalmente falso. Es por eso que se hace necesario acudir a Escuelas para Novios. La iglesia ofrece una variedad de opciones maravillosas: Cursos de un solo fin de semana, pláticas programadas en las Parroquias, centros de asesoría católicos, etc.

 El Apóstol Santiago nos dice: “Consideren, hermanos míos, como un gran gozo, el verse rodeados de diversas pruebas” (Sant. 1,2).

¡Eres mujer! Dios te ha creado con la capacidad de vencer tus batallas y ganar el Cielo. Pero no permanezcas en guerra contra los hombres. Ellos necesitan ser amados y ser educados para amar. Haz oración por tu padre y por este chico, pues deben tener un pasado y presente dolorosos. Establece límites muy claros y siéntete fuerte para hacerlos respetar.

Confía en que llegará a tu vida el hombre que te merece. Lo reconocerás porque sabrá respetarte y luchar por ti.

Lupita Venegas/Psicóloga 
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