martes, 13 de diciembre de 2016

NECESITAMOS ASPIRAR AL CIELO

Muchas veces cometemos errores que marcan nuestra vida. Quisiéramos dar un paso atrás y cambiar lo sucedido, pero no es regresando el tiempo como podemos cambiar nuestro presente y futuro; es mirando al frente y arriba como podemos levantarnos




La época en que vivimos, que los Sociólogos llaman hipermodernismo, se caracteriza por la falta de sentido. Dice Eduardo Pavaneti que como se ha quitado la fe y la moral católica de los pueblos y de las personas, desaparecieron la esperanza del Cielo y el entusiasmo por vivir las virtudes como ideal de la conducta humana. Así, ¿qué es lo que queda de nuestra dignidad?

 Si has cometido errores es porque has renunciado a tener un faro que oriente todas tus acciones. Mirar al frente y arriba es tener clara la meta a la que nos dirigimos. El problema actual es que no establecemos ideales. No sabemos a dónde vamos. Nos casamos, pero no sabemos para qué; tenemos hijos, y no pensamos cómo y para qué vamos a educarlos; encontramos la forma de obtener ingresos, para comprar de modo consumista lo que el mercado ofrece.

 Necesitamos aspirar al Cielo para vivir exitosamente. Dos hechos probados de la Naturaleza nos lo demuestran:

1. Hay una estrella única entre billones de ellas en el universo, la Estrella Polar, alineada con el eje de rotación del Norte de nuestro planeta. Todas las demás estrellas y constelaciones se mueven, pero esta estrella permanece fija y es posible verla siempre. También llamada Estrella del Norte, ha sido guía para los viajeros desde el comienzo de la Historia de la Humanidad.

2. Se ha demostrado que la gente camina en círculos, sin darse cuenta, cuando no tiene un punto de referencia. Un Instituto para la Cibernética Biológica en Alemania pudo determinarlo en un estudio realizado en 2009. Se pidió a numerosos participantes caminar por largas horas en el Desierto del Sahara y en el Bosque de Bielwald, llevando un GPS consigo. Cuando podían ver el Sol o la Luna caminaban en línea recta; pero cuando perdían estas referencias, invariablemente daban círculos, sin ser conscientes de ello.

En este preciso momento, cuando te das cuenta de que te has equivocado, necesitas definir hacia dónde dirigirás tus pasos a partir de hoy. Escucha esta invitación que hace Nuria Masot: “No permitas que la aflicción te invada; es el camino usado por el diablo para paralizarte”.

Reconocer el error y buscar superarlo es el primer paso… ¡Ya avanzaste el 50% de tu camino al éxito!: ya sabes lo que no quieres, ahora define lo que sí quieres, y cuenta con la ayuda de Dios, que celebra tu decisión.




Lupita Venegas

OLVIDEN LOS RESENTIMIENTOS

Se acerca la época navideña y, aunque estas fechas deberían ser de caridad hacia los otros, muchas veces tenemos que enfrentar a conocidos o familiares que nunca nos han mostrado aprecio o respeto. Por otro lado, es difícil adoptar el espíritu de alegría y fraternidad cuando somos víctimas de la injusticia que otros ejercen contra nosotros.




 A veces nos sucede lo que a los caminantes de Emaús: estamos tan desilusionados y nos ensimismamos tanto en nuestras penas, que no nos damos cuenta de que Jesús está a nuestro lado. Cleofás, uno de aquellos caminantes, demostraba su frustración al hablar de lo que ellos esperaban y de lo diferente que había sido la realidad.
Se quejaba y había amargura en su corazón, pues no le gustaba lo que vivía. Entonces, Jesús empezó a explicarles las maravillas que se habían obrado, aunque los ojos del mundo no pudieran vislumbrarlas
 A muchos de nosotros nos toca enfrentar injusticias; pero, créeme, aunque no entendamos a primera vista, Dios está obrando un perfecto Plan de Salvación para cada uno de nosotros. “Cuando Dios te talle y sientas dolor, no temas. Alégrate, Él está haciendo de ti un diamante. Dios no talla vidrio, sólo piedras preciosas”.
Si quieres responder a este llamado divino y convertirte en ese ser precioso, has de empezar por una nueva actitud que te permita contar tus bendiciones y tornar tu corazón resentido en uno agradecido.
Te comparto algunas claves para conseguirlo:
1.      Toma conciencia de que Cristo camina a tu lado. Lee y escucha su Palabra; medítala en tu corazón y pídele que aumente tu Fe.
2.      Mira tú presente y tu pasado como un don. Repasa en tu mente todas las cosas bellas que rodean tu existencia y céntrate en ellas, de tal modo que nazca la decisión definitiva de empezar una vida en ascenso.
3.      Quita las malas intenciones de tus familiares y de aquéllos que hasta hoy has considerado tus enemigos. Reconoce que ellos actúan de acuerdo a su forma de ver las cosas y no quieren expresamente tu mal; a veces es todo lo contrario, buscan hacerte un bien (tal vez han errado en sus métodos y formas por desconocimiento, ignorancia o terquedad)
4.      Ya no preguntes más “¿Por qué?” y resuelve encontrar las respuestas al “¿Para qué?” Recuerda aquel principio de crecimiento espiritual que sentencia: “Cuando Dios te da, es porque te quiere pedir. Cuando Dios te pide, ¡es porque te quiere dar!”

¡Vive una Navidad auténtica! Si estás dispuesta a dejar que Cristo nazca en tu corazón, olvida los resentimientos y abraza a quien más trabajo te cuesta abrazar; pide del Cielo la capacidad de “amar hasta que duela” y has sonar música al oído de quién te ha costado tanto trabajo tratar, diciéndole: ¡Te quiero!






Lupita Venegas

CUANDO CRISTO NACE EN EL CORAZÓN

Dice la Palabra de Dios: “Cuando un espíritu impuro sale de un hombre, anda por lugares secos buscando descanso; pero, al no encontrarlo, piensa: volveré a mi casa de donde salí. Cuando regresa, encuentra a ese hombre como una casa barrida y arreglada. Entonces va y reúne a otros siete espíritus peores que él, y todos juntos se meten a vivir en aquel hombre que, al final, queda peor que al principio” (Lc. 11, 24-26).





El propio Jesucristo nos advierte que si le hemos dejado nacer en nuestro corazón, no podemos abandonarle nuevamente, sin riesgo grave para nosotros mismos.

Javier Echevarría nos recuerda que el pecado nos degrada como personas por su condición de acto contra nuestra verdad, contra lo que verdaderamente somos y estamos llamados a ser. Todo pecado hiere al hombre, y vale la pena desandar ese camino y enderezar lo que estaba torcido. Esta es la penitencia que debemos hacer, y así purificarnos. ¡Hay tantos hombres arrepentidos de un pasado en el que hicieron mucho daño por haber actuado sin Dios! Se han encontrado con Él, y desean ardientemente empezar de nuevo, piden perdón sinceramente, pero sus esposas, y algunas veces sus propios hijos, no quieren perdonar ya. “Demasiado tarde”, les dicen.

Me pregunto qué pasaría si estas mujeres aceptaran encontrarse con Cristo también y escucharan, alto y claro, que Él se regocija en la reconciliación y la unidad. Pero nuestros días son testigos de la agonía del amor. Ahí está, pero no queremos amar. Amar es creer que podemos ser nuevos; amar es vencer los miedos para sentirnos fuertes y luchar una y mil veces; amar es mirar a Cristo y creer que todo es posible; amar es renunciar a los pensamientos catastróficos y elegir libremente el optimismo realista de Dios. Los pronósticos humanos denotan una especie de pesimismo que parece inspirado desde el infierno.

Este optimismo realista se refiere a que en nuestro corazón se alberga vivamente la esperanza de ser mejores -tanto nosotros como las personas y circunstancias que nos rodean-, y en nuestra mente está la convicción de trabajar por superar, no sin esfuerzo, desde luego, nuestros lastres. Es cierto que no podemos cambiar como por arte de magia, pero si en verdad Cristo nace en nuestro corazón, apreciaremos el milagro de una nueva actitud. ¡Una nueva mirada para todo!






Lupita Venegas

miércoles, 7 de diciembre de 2016

SER UN HIJO ESPECIAL

El Doctor José Martínez Costa, médico de niños y adolescentes, nos arroja algunas luces acerca de la timidez. Menciona que se trata de algo común en la adolescencia: el 80% de los chicos son tímidos esporádicos; el 40% lo es habitualmente, y sólo el 20% nunca ha manifestado timidez.



Hablando de un tipo de timidez selectiva, aquélla que se da sólo en ciertos ambientes, señala algunos síntomas:

1.      La persona huye de las situaciones que le son molestas.
2.      Falta de aplomo y seguridad en ciertos grupos.
3.      Taquicardia
4.      Intolerancia ante las bromas.
5.      Inseguridad, inhibición, desconfianza.
6.      Personalidad introvertida, delicada, generalmente con buena inteligencia.

Hay muchas razones por las cuales un hijo pudo elegir ser reservado con sus padres. Estos, deberán tener largas horas de convivencia para conocer sus motivos. He hablado con jóvenes que no son comunicativos con sus padres, y me dicen que prefieren no abrirse con ellos porque:
·         Se sienten juzgados;
·         no los dejan hablar sin ser interrumpidos y amonestados;
·         consideran que su opinión no es importante;
·         se sienten comparados; o
·         les molesta escuchar que les digan: “eres tan callada, eres retraída, ábrete, cuenta, etc.”

Aquí lo que importa para mejorar la relación, no es tanto lo que los padres consideran que han hecho, sino reconocer y validar los sentimientos de los hijos. Cuando decimos que uno de nuestros hijos es especialmente sensible, debemos creer que así es; su percepción se altera y probablemente ve crítica donde no la hay. Pero si creemos en lo que él siente y aceptamos sus comentarios en lugar de descalificarlos, podemos “entrar” a su corazón. La timidez no es un defecto, sino un rasgo de personalidad que puede ser pasajero en algunos casos.

Debemos hacer un esfuerzo, no por cambiar este rasgo, sino por “educar sus sentimientos”. Esto es lo que llamamos propiamente formación. Ellos aprenderán a explicarse las cosas de tal manera que no se queden inmóviles frente a los estímulos que reciben. El libro: Cómo desarrollar tu inteligencia emocional, de Carolina Gudiño, será una estupenda herramienta de trabajo para superarse.

Todos tenemos puntos fuertes y débiles. Aprendamos a reconocer lo positivo de cada uno de los miembros de la familia y colaboremos cuando se trate de apoyar a alguno a entrenarse en las áreas débiles.

Ya no más etiquetas, no más comparaciones. No es el bicho raro de la casa, sino la clave para unirnos más. Las carencias o dificultades de ese hijo especial nos ayudan a los demás a conocer nuestras fortalezas y creatividad para salir juntos, como un equipo unido, hacia una meta común. Todos propongan soluciones, manténganse cerca y muestren verdadero interés por ver mejoras.

Ante un hijo especial, o que está viviendo una situación especial… ¡vamos a hacer familia!




Lupita Venegas

martes, 29 de noviembre de 2016

ADVIENTO EN FAMILIA

Lupita:

Mi esposa y yo vivimos separados, nuestra convivencia es difícil. Discutimos mucho y nuestros hijos están mejor cuando estamos alejados que cuando estamos juntos. Creo que, por su bien, debemos seguir así. Sin embargo, he recibido una carta de mi esposa en la que me solicita que regresemos. Me llama la atención porque es la primera vez que me lo pide en tres los años que llevamos así. Tengo miedo de volver a la misma rutina de descalificaciones. Me aterra pensar que vamos a darles una esperanza a nuestros hijos y que no será real. Prefiero no volver, aunque este tiempo navideño me mueve a intentarlo. ¿Qué es lo más conveniente? 
Frank







Estimado Frank:

“No permitas que la aflicción te invada; es el camino usado por el diablo para paralizarte”. Esta frase de Nuria Masot guarda una gran verdad. Podría decirte que el mundo se mueve por dos grandes fuerzas: el amor o el miedo. Cuando actuamos por miedo, en realidad nos boicoteamos la felicidad. Sientes terror de intentar lo que es bueno. Esto es, en el fondo, una estratagema para impedir tu vida de gracia.

Los hijos nunca están mejor con sus padres separados. Ellos estarán bien cuando puedan verlos convivir en armonía. Esta es una posibilidad real entre dos que se aman y que ponderan tanto a la familia que son capaces de hacer a un lado su ego para que reine la unidad. Algunos me han dicho que la raíz de su situación real es que “ya no aman al otro”. Siempre pongo sobre la mesa esta verdad: el amor es una decisión, no un sentimiento.

Puede ser que no “sientas” atracción, deseo, gusto por estar con el otro. Es justamente ahora cuando necesitas amar. Este es el movimiento que te hace salir de ti mismo para actuar de modo heroico frente a tus hijos, tu cónyuge y frente a Dios mismo. No estarás haciendo lo que quieres o lo que te gusta, sino lo que estás llamado, por amor, a entregar de ti. Y lo que ocurre, paradójicamente, es que, renunciando a ti mismo, te encuentras con la felicidad más plena: aprendes que siempre hay más alegría dando que recibiendo.

La opinión de este mundo te dicta que confíes en tu criterio, tu capacidad y tus fuerzas; que midas lo que das, y que no des más de lo que el otro “merece”, pero Dios, infinitamente superior en sabiduría, quiere troquelar en tu corazón estas palabras:

1.      “Porque Dios ama la rectitud y no desampara a sus santos” (Salmo 37, 28).
2.      “Si alguno dice: ‘Yo amo a Dios y aborrece a su hermano, es mentiroso…’” (1Jn 4, 19-20).
3.      “El amor es sufrido, es benigno, no tiene envidia, no es jactancioso, no se envanece, no hace nada indebido, no se irrita…todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera…” (1Cor 13, 4-13).
4.      “No nos cansemos, pues, de hacer el bien, porque a su tiempo cosecharemos, si perseveramos” (Gál 6, 9).

Adviento es una palabra latina que significa venida. En este tiempo litúrgico los católicos nos preparamos a la venida de Jesucristo. Es una oportunidad para arrepentirnos y llenarnos de esperanza. No hay lugar para el miedo. ¡Arrojo, entrega fiel, abandono en las promesas del Señor! Cristo es amor, perdón, esperanza, nueva oportunidad. Sus criterios no coinciden con los de este mundo individualista. Es misterio a nuestros ojos, pero hemos de confiar en que también es camino, verdad y vida.

Lupita Venegas
Psicóloga

miércoles, 23 de noviembre de 2016

SOMOS LO QUE LEEMOS

Jorge Luis Borges asentó alguna vez esta frase: uno no es lo que es por lo que escribe, sino por lo que ha leído.

En la opinión de Úrsula K. Le Guin, escritora estadunidense, considerada la dama de la ciencia ficción mundial, los autores occidentales están obsesionados con el sexo. El quid no está tanto en lo que se escribe, sino en lo que se lee. La Sociedad en la que vivimos consume estiércol verbal. Y, ¿qué puede venir al corazón de una persona que alimenta su mente con basura?




Ser selectivos con nuestras lecturas es una decisión inteligente ante la enorme variedad de opciones que el mundo actual ofrece. Por fortuna, existen autores contemporáneos dispuestos a ir contra corriente. En ocasión de la Feria Internacional del Libro, en Guadalajara, permíteme recomendarte todas las publicaciones de Editorial SER. Autores con reconocido liderazgo de opinión como Adriana Corona, Juan Alberto Echeverry, Francisco González, Guillermo Dellamary y Gabriel Herrán, lanzarán una serie de títulos con el fin de despertar conciencias. Ellos son escritores unidos por una causa común: construir una cultura de valores éticos para el desarrollo integral de las personas.

Hablar de amor verdadero, de heroísmo, de voluntad, de dignidad y éxito legítimo no parece tener rating en nuestros días; sin embargo, estos autores están demostrando lo contrario. No rehúyen al tema sexual, desde luego; pero lo hacen con altos vuelos, desde una mirada libre y no esclavizada a algo fugaz y sin valor.

Con títulos sugerentes y estilos atractivos, tratan temas que tocan la esencia humana con sabiduría. Sumérgete en sus palabras. Escucha el llamado de San Pablo de Tarso, que nos recomienda: “Hermanos, piensen en todo lo que es digno de respeto, en todo lo recto, en todo lo puro, en todo lo agradable. En todo lo que tiene buena fama, en toda clase de virtudes, en todo lo que merece alabanza.” (Fil.4, 8)

Nos preguntamos por qué hay tanto desorden moral, por qué se ha destruido el sentido de la sexualidad humana. En cierto modo, somos lo que leemos. La verdad es que nosotros vivimos como si Dios no existiera ¡Ay!, si lo leyéramos a Él… ¡Cuán distantes son los criterios de Cristo a los del mundo!




Lupita Venegas

miércoles, 16 de noviembre de 2016

ESTOY BIEN CONMIGO PARA ESTAR BIEN CONTIGO

Cuando admiramos el colorido y belleza de una mariposa, no imaginamos como se veía unos días antes de su primer vuelo… Era un gusano envuelto en su crisálida; algo desagradable a la vista. Este gusano luchó hasta el cansancio por salir de aquel encierro, tal vez sin saber que el fruto de su lucha sería la fortaleza necesaria para poder volar.



 La vida es un vaivén de buenos y malos momentos. Dice la Palabra de Dios que hay un tiempo para todo: un tiempo para plantar, otro para cosechar; un tiempo para llorar y otro para reír (Ec.3).

 Cuando atravesamos dificultades en nuestra vida matrimonial, es momento luchar para salir del capullo, producido por el egoísmo, en quienes quieren ser felices sin sacrificio. La lucha fortalecerá la virtud y resurgirá un amor mucho más maduro y sólido. La enseñanza cristiana nos recuerda siempre que la forma de vencer un vicio es ejercitando la virtud contraria. Así, aprendimos que:
  • ·         Contra soberbia, humildad;
  • ·         Contra avaricia, generosidad;
  • ·         Contra lujuria, castidad;
  • ·         Contra ira, paciencia;
  • ·         Contra gula, templanza;
  • ·         Contra envidia, caridad; y
  • ·         Contra pereza, diligencia.


Durante la 5ª Cruzada Matrimonial tuvimos oportunidad de escuchar muchos testimonios de vida. Uno de los expositores planteaba la situación de su matrimonio al año y medio de casado. Dijo que no se soportaban mutuamente y querían romper la relación. Pero su esposa asistía a un Grupo de Oración; en algún momento crítico, él acudió a dicho Grupo para encontrarse con la Verdad de Dios y verificar un cambio profundo en su mente y corazón. Sintió el llamado a practicar las virtudes, y su matrimonio se sostuvo, al punto en que ya están cumpliendo 27 años de feliz unión.

Recomiendo vivamente un encuentro con Cristo: te llevará a reconocer tu capacidad para ser mejor. Tomando su mano, puedes hacer Su voluntad y vivir conforme a Sus criterios. Lejos de Él, imposible; con Él, ¡vencemos!

Puedes elegir salir de esa crisálida sin luchar, como sucedió a una oruga cansada: fue ayudada por alguien, la liberó del capullo sin que ella se esforzara… nunca fue capaz de volar. Quien no se esfuerza en la dificultad, languidece frente a la vida y perece en el intento de ser feliz.

Nacimos para amar. Y amar sin sacrificio es una fantasía. Sacrificarse es renunciar un poco a tu gusto por hacer el gusto de Dios. Él nos quiere santos; es decir, imitándolo. Él es el hombre maduro por excelencia. Nos enseña a no dejarnos gobernar por emociones, sino por la convicción de que se cumpla la Voluntad del Padre en todo momento. Tú puedes lograrlo, antes que pedir la mejora del otro, busca tú ser mejor. Y enseguida, por supuesto, puedes y debes pedir cambios positivos en quien amas.

¿Quieres un mejor esposo o esposa sin luchar tú por ser una mejor pareja? Primero debes estar bien contigo, de cara a Dios, para poder entrar en armonía con los demás.


Lupita Venegas

miércoles, 9 de noviembre de 2016

HIJOS FUERA DE CONTROL

Goethe afirmaba: Si tratas a una persona como es, la deterioras; si la tratas como puede llegar a ser, la desarrollas.

Los padres de familia, con frecuencia describimos a nuestros hijos en base a sus errores. Especialmente en el período de la adolescencia, cuando ellos se muestran rebeldes y sistemáticamente nos retan; nosotros experimentamos que hemos fracasado, con cierto desaliento esperamos lo peor de ellos. Como padres, muchas veces nos desesperamos y comenzamos a comunicarnos con ellos en base a críticas.



Si te encuentras en una situación de impotencia, en la que no parece que tus hijos te escuchan y parece que cada vez la situación se pone peor, te invito a cambiar tu actitud y a esperar un resurgimiento de lo mejor que hay en el interior de tus hijos. Desde luego, esto implica sacrificio y crecimiento conjunto de padre y madre. Para enderezar el rumbo que están tomando tus adolescentes, enumeraré cuatro recomendaciones prácticas que propone, entre otras, el Doctor Isauro Blanco, experto en Educación:

a) Realiza actividades integradoras con tus hijos: De no ser así, estás enviando un mensaje desagradable a tu familia: “Los estoy soportando”. Se trata de que ellos sientan tu amor, tu interés positivo en sus personas. Evita estar corrigiéndolos todo el tiempo y procura un mayor lapso de convivencia a gusto, como jugar, conversar, ver películas juntos…

b) Recuerda que se enseña con el ejemplo: Práctica los valores que quieres que ellos aprendan. A los padres nos interesan las dos “R”: Respeto y Responsabilidad. Que ellos te sientan respetuosa, sin gritos, sin humillaciones, sin comparaciones, y que te encuentren responsable en todos tus compromisos. No puedes pedirles lo que no has modelado para ellos.

c) Mantén el buen humor: Procura hacer de tu hogar un sitio divertido y con actitud optimista. Provoca momentos de convivencia con risa.

d) Ten confianza en tus hijos: Visualiza su futuro en positivo y hazles ver lo que esperas de ellos. Menciónales que sabes que serán útiles a la Sociedad y que harán mucho bien a quienes les rodean. Que sientan que para ti son fuente de orgullo.

Sé que estarás pensando: “¿Cómo puedo decirles que siento orgullo de ellos cuando beben, fuman y desobedecen?” Considera que ellos están actuando de modo incorrecto, pero no por eso dejan de ser valiosos seres humanos. No identifiques su conducta con su persona. Debes ser sincero al expresarles que esperas lo mejor de ellos porque “sabes que son valiosos”, aunque hayan tomado algunas decisiones equivocadas. Exprésales tu amor, no tu desesperación.

 Si quieres que tus hijos mejoren, mejora tú. Ponte en las amorosas manos de Dios Padre, que te comprende y te asiste en estos períodos difíciles. Lo he dicho antes y lo subrayo ahora: “A los hijos se les educa de rodillas”. Los padres nos hemos olvidado del medio más poderoso para conseguir lo mejor de los nuestros: la Oración.




Lupita Venegas

miércoles, 2 de noviembre de 2016

¿POR QUÉ DIOS, SIENDO TAN BUENO, PERMITE EL SUFRIMIENTO?

Ciertamente la cuestión del Mal en el mundo es una de las más difíciles de responder en forma contundente. Compartiré un extracto de lo que responde el Catecismo de la Iglesia Católica en sus Puntos 309 al 311, 314, 324 y 400:


Al interrogante, tan doloroso como misterioso, sobre la existencia del Mal, solamente puede darse respuesta desde el conjunto de la fe cristiana. Dios no es, en modo alguno, ni directa ni indirectamente, la causa del Mal. Él ilumina el misterio del Mal en su Hijo Jesucristo, que ha muerto y ha resucitado para vencer el gran mal moral, que es el pecado de los hombres, y que es la raíz de los restantes males.

La fe nos da la certeza de que Dios no permitiría el Mal si no hiciera salir el Bien del Mal mismo. Esto Dios lo ha realizado ya admirablemente con ocasión de la Muerte y Resurrección de Cristo. En efecto, del mayor mal moral, la Muerte de su Hijo, Dios ha sacado el mayor de los bienes: la glorificación de Cristo y nuestra Redención.

Cristo no vino a abolir el sufrimiento, sino a darle sentido. La cosmovisión cristiana es la única que nos permite encontrar luces en medio de las sombras.

La impotencia que muchos experimentan puede ser una fuerte motivación para hacer algo: encontrar el sentido de la vida al buscar soluciones o ayudas para quienes sufren.

Podemos elegir si resentirnos con Dios y con el mundo para mantenernos en la amargura y el rencor eternos, o decidirnos a ser las manos de Dios y amar a otros al darles nuestro tiempo, nuestra sonrisa, nuestra orientación, y todos los medios a los que podamos recurrir en su beneficio. Existen historias inspiradoras en las que se muestra un grupo vulnerable de la población, que pudo sobresalir gracias a un buen maestro o a alguna persona que los inició en un arte, un deporte, una actividad de servicio.

No es tiempo de reclamarle a Dios sino de fortalecerse en Él y presentarlo a los que sufren, para transformarlos con Su poder.

El gran maestro cubano José de la Luz y Caballero, decía esta verdad lapidaria: “Una persona no muere cuando deja de existir, sino cuando deja de amar”.




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miércoles, 19 de octubre de 2016

NOVIAZGOS TÓXICOS, NOVIAZGOS SANOS

He tenido la oportunidad de conversar con muchos jóvenes ansiosos de una relación sana, duradera que edifique y les ayude a crecer junto con su pareja. Sin embargo, el mundo de actual y su torcido concepto del amor hacen parecer que esta realidad es un cuento de hadas. Pero yo afirmo: existen noviazgos de entrega y respeto mutuo. ¿Cómo distinguirlos?



Enumeraré algunas características de los noviazgos tóxicos y observaremos las diferencias con los noviazgos sanos. La palabra tóxico significa con veneno. Este tipo de relaciones te lleva a la muerte moral y espiritual (a veces también física); es dañino y peligroso.

Los noviazgos tóxicos se distinguen por:
* Su posesividad.
* Celos
* Desconfianza
* Pleitos frecuentes; terminan y regresan varias veces por semana.
* Relaciones sexuales.
* Mentiras
* Faltas de respeto al dirigirse al otro.
* Agresividad y violencia.
* Problemas con las figuras de autoridad (padres, maestros, jefes, etc.).

Las relaciones sanas son constructivas, pues generan:
* Momentos intensos de crecimiento y ayuda mutua, donde aprenden juntos.
* Confianza
* Se dan tiempos y espacios para respetar la individualidad del otro.
* Trato tierno y caricias, sin entablar relaciones sexuales.
* Tiempo para dialogar y convivir, sin restar calidad en la relación con los propios padres, familiares y amigos.
* No hay pleitos agresivos; ante los malos entendidos, se provoca una reconciliación inmediata.

Algunas sugerencias prácticas para vivir un noviazgo cristiano son:

1. Hablen de los temas clave para saber si podrán compartir toda una vida juntos, respondiendo a preguntas como: ¿Para ti, quién es Dios? ¿Cómo es tu relación con Él? ¿Cuál consideras que es tu misión en esta vida? ¿Qué importancia tiene el amor, el matrimonio y la familia? ¿Qué tanto valoras tu cuerpo y tu entrega total? ¿Cuáles son tus sueños? ¿Cómo te imaginas tu vida en el futuro?
2. Escojan en Youtube los temas de amor, noviazgo y familia que les llamen la atención (yo he subido varios); acudan a retiros y encuentros de novios, aunque no planeen casarse aún.
3. Diviértanse juntos, pero sanamente. No es necesario beber de más o consumir drogas; tampoco entrar a ambientes donde el ruido y la oscuridad impiden disfrutar de una verdadera convivencia.
4. Sean creativos en sus citas. No se reúnan sólo para ver TV. Diseñen actividades, enrólense en grupos juveniles, salgan con su ronda de amigos, practiquen un deporte, lleven a cabo una acción social.
5. Si alguno tiene problemas con un vicio o con una vida de desintegración familiar, busquen ayuda profesional, y sea uno el mejor amigo del otro.


Ir a Misa juntos y orar con frecuencia, son actividades espirituales con las que sentirán más libertad y alegría en todos los aspectos de su vida.

 Jóvenes, ¡apuesten por su ideal! Los Medios han hecho mucho daño en sus corazones; las series juveniles están plagadas de sensualidad e individualismo. Cambien sus ambientes y cambiará su vida. Los que puedan, vayan o sigan la Jornada Mundial de la Juventud. Los invito, asimismo, a la próxima Cruzada Juvenil en Guadalajara, pueden preguntar por las fechas y costos en VALORA.




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